Origen del término
El término inglés benchmark proviene de las palabras bench
(banquillo, mesa) y mark (marca, señal). En la acepción
original del inglés la palabra compuesta sin embargo podría
traducirse como medida de calidad. El uso del término
provendría de la Inglaterra del siglo XIX, cuando los agrimensores
hacían un corte o marca en una piedra o en un muro para medir
la altura o nivel de una extensión de tierra. El corte servía para
asegurar un soporte llamado bench, sobre el cual luego se
apoyaba el instrumento de medición, en consecuencia, todas las
mediciones posteriores estaban hechas por la posición y altura de
dicha marca...
La tarea de ejecutar un benchmark originalmente se reducía a estimar
el tiempo de proceso que lleva la ejecución de un programa (medida
por lo general en miles o millones de operaciones por segundo).
También puede realizarse un "benchmark de software", es decir
comparar el rendimiento de un software contra otro o de parte del
mismo, por ejemplo, comparar distintas consultas a una base de datos
para saber cuál es la más rápida o directamente partes de código.
El Benchmark es también un proceso continuo de medir productos,
servicios y prácticas contra competidores más duros o aquellas
compañías reconocidas como líderes en la industria.
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